dimarts, d’abril 14, 2015

[ es ] Este blog se muda a raimundoviejo.net


En septiembre de 2006, tras la desaparición de un blog anterior que se perdió para siempre, On the wobbly's road inició su andadura en esta misma dirección. Se trataba de disponer de un espacio de reflexión y a la par un repositorio de los escritos que se han venido acumulando con el paso de los años. Al mismo tiempo, como parte del trabajo en la universidad, se puso en marcha también la web personal (raimundoviejo.info) con la que he venido trabajando todo este tiempo. Ambos espacios han agotado -en parte al menos- su utilidad inicial. 

En el curso del último año son muchas las cosas que han cambiado. En primer lugar, las necesidades comunicativas que originaban el blog y la propia web. El reto de hacer otra política viene reclamando desde hace poco sus propias herramientas. Pero lo hace con insistencia y el tiempo apremia. Por este motivo hemos integrado blog y web en un único sitio: raimundoviejo.net. Junto a la antigua cuenta de facebook, transformada ahora en fanpage tras superar las 5.000 amistades, y la cuenta tuiter @_mundus, este nuevo dominio configurará el dispositivo comunicativo para la etapa que ahora comienza.

Desde estos primeros pasos animamos ya a quien se interese a enlazar, visitar y debatir cuanto afecta a la polis; como siempre, caminando y preguntando, recorriendo las rutas que antaño trazaron los portadores del hilo multicolor de la historia. 

Hasta ahora!

diumenge, de març 29, 2015

[ es ] En el Mercat de Sant Antoni


 
Al constatar que el mercado del libro de segunda mano y ocasión ya no está allí donde apenas lo disfrutábamos hace un par de años, le entra a uno no tanto la nostalgia del tiempo que ya no volverá, cuanto el pánico por la barbarie urbanística que nos amenaza a lxs bibliófilxs en esta ciudad de marca, gentrificación y polarización social

Si no somos capaces de comprender hasta qué punto el medio intelectual depende de las prácticas de la vida corriente de la gente, del sostenimiento de los medios urbanos en que se adquieren habitus como el de dejarse pasar un domingo por el mercado del libro, mal vamos a poder plantar cara al poder del dinero, la turistificación y el consumismo.

No me parece concebible una política cultural que no esté encarnada en un cuerpo social simbiótico; una política que no habite las vidas de la gente como si solo pudiese venir de fuera, que no se desarrolle sino como enriquecimiento subjetivo frente a la lógica de exclusión que nos disocia de nuestros bienes culturales, como si de la compra de meras mercancías se tratase.

Visitar el mercado cada domingo no debería ser nunca una atracción turística, ni satisfacer un suministro de libros iguales los unos a los otros, como en las pilas de bestseller que se hacinan en las grandes superficies. 

En el mercado el libro se encuentra por azar, como una pareja o un tesoro. O mejor dicho: el libro (también) te encuentra a ti que no sabías que lo buscabas, aunque supieses que buscabas un libro. A fin y al cabo es también su historia la que le ha llevado a parar a tus manos, a desprender su olor de viejo en tus fosas nasales, a dejar en tus manos la aspereza de ese tacto, que de viejo, resulta tan suyo.

Pero nada de ello habría sido posible si no hubieses tenido previamente un hábito, la costumbre de dejarte caer por el mercado, a ver que se tercia. Me refiero a ese vagar sin ir a comprar, el derivar por las calles hasta dar con el enjambre de librerxs y buscadorxs de libros.

Desafortunadamente vivimos los tiempos de la cultura urbana amenazada; tiempos en el que la praxis vital se ve cortocircuitada, interferida por la mercantilización de todo. El libro no escapa a este peligro generalizado en la Barcelona de Trias y su imperio de la horterada. Es hora de recuperar la ciudad para regenerar el medio y la sociodiversidad en la que florece la cultura. Que llegue una, diez, mil primaveras para los libros y sus lectorxs!

dimecres, de març 25, 2015

[ es ] El ánimo democrático

 
Ni exceso de ambición (pleonexia) ni búsqueda de la seguridad en demasía (asphaleia). Al describir aquel curioso sistema político que (se) habían inventado los atenienses, Tucídides sabía bien que la sabiduría democrática consistía en minimizar ilusiones y frustraciones, ya que la tendencia a ilusionarse y frustrarse es parte de nuestra condición. 

Quienes ante los resultados de las elecciones andaluzas anden ahora frustrados, que piensen si no ambicionaban en exceso (ese creerse las encuestas, que mira que lo hemos advertido, debía ser ponderado). Quienes todavía anden ilusionados de más, que se pregunten si no buscan demasiado ponerse a salvo.

Hace un tiempo nos marcamos un objetivo estratégico: reabrir el horizonte de lo político al poder constituyente. En lo concreto esto pasaba (y sigue pasando) por interferir en los dominios de la representación política alterando las lógicas del bipartidismo y sacando la alternativa al régimen de la sempiterna subalternidad de la izquierda en el régimen. 


Se está haciendo y a ello no solo contribuye (ni debe contribuir necesaria y únicamente, en exclusiva) Podemos. Sepamos ubicarnos, pues, en el contexto de la ruptura democrática (de la escisión popular con el Estado) que vivimos desde el 15M (como poco). De lo que se trataba entonces --como sigue tratándose ahora-- era de abrir un horizonte de mayor pluralismo, de mayor democratización. Es por eso que seguimos teniendo una hipótesis ganadora y la estamos efectuando.

El bipartidismo está roto, por más que el régimen quisiera ver en Podemos y Cs, una inesperada metamorfosis y solución de continuidad al bipartidismo preexistente (igual, por cierto, que antes la ha querido ver en IU y UPyD). En Andalucía, sin embargo, el bipartidismo está ya con una pata rota y la otra en el juzgado. El derrumbamiento del régimen continúa.


Dejemos las ilusiones y las frustraciones de lado para quedarnos con el análisis político democrático, con la vida de la polis que queremos y somos en común, que va recuperando las fuerzas y nos sitúa hoy en mejores condiciones para seguir avanzando que hace un año y poco más, cuando movimos ficha para cambiar el escenario que estaba por llegar. Hoy somos efectuación de aquel futuro anterior. Sigámoslo siendo para nuestro propio porvenir.

dissabte, de març 14, 2015

[ es ] El régimen juega de farol en Andalucía



Las elecciones andaluzas son, como van a ser en mayor o menor medida todas las convocatorias electorales de 2015, unos comicios sobre el futuro del régimen. A golpe de encuesta desde las europeas, será el próximo 22M cuando enfrentemos por vez primera desde entonces la realidad del voto efectivo. La dureza de un proceso tan prolongado y agotador -en el que, además, Podemos se ha tenido que ir constituyendo a la par que desplegando como vector de ruptura con el régimen- hace que el momento andaluz sea particularmente importante.

En las últimas semanas el régimen ha cambiado de estrategia: tras intentar ubicar  a Podemos en la subalternidad, asociarlo a IU, acusarlo con todo tipo de injurias y cuantas tácticas ha mostrado por ahora, ha llegado al punto en que asume que el bipartidismo está inoperativo. Pero como el propio bipartidismo forma parte de su ADN ha intentado capturar la anomalía que es Podemos en un segundo movimiento táctico, reduciéndolo a una opción de izquierda que jamás llegue a ganar.

Esta tesis tiene su precedente, mutatis mutandis, en el caso del PCI durante la Guerra Fría. La excepción comunista italiana, en su declinación eurocomunista más en concreto, acarició la posibilidad de la conquista electoral del poder. Nunca sucedió e incluso se llegó a una de las guerras sucias más procelosas de todos los tiempos para que así fuese.


Los tiempos han cambiado y ahora se imponen otras tácticas. No son las cloacas de las policías, con sus ramificaciones fascistas, sino las cloacas de los medios las que están acometiendo esta labor. Como parte de su estrategia están intentando reducir Podemos a la opción bipartidista de izquierda que nunca alcance el poder, igual que en su momento sucedió con el PCI. Mientras, ya se ha preparado -aunque solo sea como una profecía mediática construida sobre encuestas bien cocinadas-, una opción de centroderecha que llegado el momento se instale durante décadas en el poder como una opción de bloqueo. 

Al igual que la Democracia Cristiana, Ciutadans se presenta hoy, precisamente, como inevitable muro de contención contra Podemos; el baluarte contra el comunismo de otrora, bolivarismo, populismo y demás -ismos de hoy. Si el resultado del domingo fuese un éxito para Cs, el régimen sin duda se volcaría todavía más en su alternativa, especialmente en el caso de que Podemos se vea contenido.

La apuesta que está haciendo el régimen es la propia de quien juega ya a la desesperada buscando cualquier solución. Juega de farol con Cs como una profecía a realizar. Las encuestas que han amplificado hasta el extremo de lo permisible por la "cocina" comunicativa un cierto apoyo a los de Albert Rivera buscan claramente un efecto subjetivo que bloquee el que ha hecho posible el efecto Podemos.

Desafortunadamente el terreno de lo político es, como bien sabía Maquiavelo, un terreno en el que las apariencias cuentan. Y como reza el principio de I.W. Thomas: aquello que es considerado como real, es real en sus consecuencias. Un éxito de Ciutadans, por esto mismo, sería el golpe más serio que se podría asestar a Podemos. Más incluso que los "escándalos" orquestados contra sus caras más mediáticas, ya que no se trataría de un artificio mediático, sino que se convertiría en un "hecho probado" (cosa de la que hasta ahora carece el régimen cuando ataca a Podemos). 

El reverso de esta apuesta, como el de todo farol, es que la gente no se lo acabe de creer; que las encuestas fallen, y que el 22M la sorpresa sea aún mayor de lo que habría sido, si hace un año se nos hubiese adelantado cualquiera de los escenarios hoy razonablemente previsibles para el domingo 22. Contrariamente a lo que se pretende (la lógica del farol), si el discurso de Podemos cala tan hondo y de manera tan creciente como se viene apuntando, bien podría estar pasando en esta campaña lo mismo que sucedió durante las europeas. De ser así, el 22M mejorará las expectativas postelectorales de Podemos y mostrará, para refuerzo de su hipótesis, que 2015 es el año del cambio.

diumenge, de març 08, 2015

[ es ] Suenan las alarmas, se acercan elecciones


Publicado en Diagonal, nº 241, pág.25 (05-03.2015)


Desde la irrupción de Podemos y la abdicación del rey, las alarmas del régimen se han disparado. Mientras la formación de Pablo Iglesias se constituía en un inacabable proceso asambleario, el desafío soberanista catalán era hecho implosionar desde dentro por Artur Mas y los suyos, con la inestimable contribución, desde fuera, de los partidos del régimen y el poder judicial. Rubalcaba se retiraba de escena al cementerio de los elefantes y Pujol volvía al Parlament, a explicarse por sus crímenes confesos.

dissabte, de desembre 06, 2014

[ es ] Una nota sobre la libertad de asociación


A raíz de la elección del Consejo Ciudadano de Podemos se ha producido un sinfín de acusaciones de falta de democracia, autoritarismo y demás, que por lo general han hecho mucho ruido en las redes y han aportado pocas nueces al intelecto colectivo. Esta misma polémica vuelve ahora a presentarse en los consejos ciudadanos municipales revistiendo las mismas tonalidades agresivas y poco reflexivas de antes. Es por eso que quizá antes de dar rienda suelta al troll que llevamos dentro, sería pertinente realizar algunas reflexiones acerca de que supone elegir cargos en una organización democrática, abierta y antagonista.

Como es sabido, en un régimen democrático, la libertad de asociación debe estar garantizada; en una organización democrática, abierta y que aspira a realizar su cometido, esto no debe ser menos. Hay quien considera, bajo el pobre y demagógico pretexto de eso que llaman "voto plancha", que lo único democrático sería favorecer la competición entre individuos por medio de candidaturas sin libertad de asociación. Se dice, además, sin tener en consideración algo tan pragmático como la limitación de nuestra capacidad para retener la información suficiente, significativa y necesaria entre miles de candidaturas individuales (no hay mejor manera de hacer perder valor a la información que darla en exceso). 

Otros, por el contrario, pensamos que lo democrático es la libre articulación del pluralismo, la posibilidad de producir simbiosis en el intelecto colectivo por medio de la afinidad deliberativa. Pensar no es un acto individual, sino una tarea que se hace en común. Por ello mismo, ya en los inicios de la teoría política moderna, en contraposición al individualismo metodológico del absolutismo hobbesiano, apuntó Althusius que no era el individuo sino el simbionte (el ser que somos por constituirnos con otros) la instancia deliberativa mínima.

Así las cosas, hay quien piensa que una organización abierta y antagonista como Podemos, en la que cualquiera se puede apuntar (y de ahí su radical carácter democrático respecto a la forma-Partido), se debe mantener un principio de incorporación de cualquier disenso a la decisión, de suerte tal que, incluso quien se apunta a la organización aprovechando su condición de abierta, debería disponer de capacidad de veto a la producción del consenso. Otros, sin embargo, creemos que nadie debería poder obligar a nadie a asociarse con nadie. Nadie debería poder imponer a nadie a transaccionar aquello que no quiere bajo el pretexto de un consenso que no sería sino imposición de la minoría. Y ninguna minoría tendría sus derechos mejor garantizados, de hecho, que bajo la posiliblidad de su libre asociación. 


En la lógica liberal de la defensa de una nocion individualista de la minoría (la que entiende que la minoría empieza por la minoría en uno y no en dos) y que, a la par, obliga al consenso, se produce una falacia democrática: en lugar de favorecer el pensar y deliberar en común (algo que siempre comienza por dos, por el simbionte althusiano) se genera la dictadura de uno sobre el consenso. Así sucedió a menudo en la interpretación unitarista de la noción de consenso durante el 15M, la exclusión del principio democrático de exclusión (que es el que hace posible el agonismo democrático y la libertad de asociación, pues asociarse con alguien es dejar de hacerlo con otros) devino un esperpento totalitario encubierto de la invocación permanente a la unidad, esto es, a la cesión al chantaje del uno sobre la libertad de asociación del resto. Las asambleas en las plazas podían convertirse en una auténtica pesadilla por culpa del derecho de los egos dañados a imponer su dictadura personal al resto gracias al precepto de la "unidad" (noción que es la clave de bóveda de la teología política y que late en la destrucción cristiana de la tradición democrático-republicana de la Antigüedad).

Sabido es que el uno, el ego, su narcisismo es la pieza sobre la que pivota la teoría política del individualismo posesivo. Si queremos ir más allá de la deliberación como la transposición a posiciones políticas de nuestras pulsiones narcisistas y constituirnos, por tanto, en una articulación antagonista del intelecto colectivo, urge abandonar de una vez los mitos del consensualismo y comprender la función del principio democrático de exclusión. Hora va siendo ya de recuperar la democracia por su potencia constituyente, no por su domesticación liberal.

dimarts, d’octubre 07, 2014

[ es ] El tiempo de la subsunción

Artículo publicado en el periódico Diagonal, nº230, pág. 29


Comienza el curso bajo un horizonte de mutación acelerada en las formas de hacer política. Cada día más, la política de los partidos y su protagonismo electoral cede paso a la política de los movimientos que irrumpió el 15M y que, desde entonces, no ha dejado de reivindicar el control democrático. El desafío del régimen a las plazas, retándolas a la contienda electoral, ha sido aceptado y, si todo sigue como hasta ahora, se anuncia un verdadero terremoto en la arena institucional.

Tras la reapertura por arriba de Podemos en las europeas, el frente electoral concentra ahora por abajo la mayor parte de las energías movimentistas. La presentación de la iniciativa Guanyem Barcelona ha desencadenado una oleada de municipalismo que recombina las valiosas experiencias precedentes –Marinaleda, CUP, CAV...– con una ola empoderadora de rebelión democrática y ‘hackeo’ de la institucionalidad del gobierno local. A lo largo y ancho de la geografía han comenzado a aparecer procesos inspirados en la candi­datura encabezada por Ada Co­lau. Si bien en la lógica de la descomposición del régimen ni siempre parece que se entienda en qué consiste, ni por descontado falta quién esté dispuesto a parasitar el mérito ajeno.

Nada de esto es casual: por una parte, el ámbito local constituye el terreno más adecuado para la rearticulación de alianzas en la actual fase de quiebra del régimen. Si algún punto de ruptura puede tener el Go­bierno representativo, éste es, en términos de cambio de la institucionalidad, el del nivel en que la participación directa, cotidiana y empoderada de la ciudadanía es más fácil.

A nivel local, a mayores, la debilidad de los aparatos centralizados de la partitocracia son más débiles que en ningún otro lugar.

Por otra parte, sin embargo, esta mayor adecuación de lo local al progreso democratizador comporta una mayor dificultad en la comprensión de la mutación en curso de las formas de hacer política. Y es que la política de movimiento no tiene igual potencia ni arraigo en todas las localidades, por lo que acontece que, a menudo, en algunos lugares se está presentando el gato por la liebre. O lo que es lo mismo: la refundación frentista de la unidad de la izquierda en base a las alianzas electorales de partidos por la subsunción de la política de partido en la política de movimiento.

No podía ser de otro modo: la política de partidos ha sido el único marco de referencia y socialización para la inmensa mayoría. Desde que en los albores de la Transición, PCE y PSOE acordasen en la Platajunta el posterior protagonismo constitucional de los partidos, pasaron casi cuatro décadas en las que sucesivas olas de movilizaciones tuvieron que ir fraguando esforzadamente la ruptura subjetiva que hoy se manifiesta por doquier.

Lógicamente, quienes han vivido –y viven– de la política de partido, se resisten a aceptar la envergadura del cambio en curso y apelan de forma constante a la “regeneración” con la que aspiran a salvar los muebles.

No debería sorprender, pues, que las resistencias a adoptar una institucionalidad como la propuesta en estos días por las candidaturas municipalistas sea de tan difícil asimilación para los cuadros militantes de las élites partitocráticas: limitaciones en los salarios, en el número de legislaturas, en la acumulación de cargos... Obligatoriedad de rendir cuentas, de permanecer bajo el control ciudadano... La lista de exigencias no sólo no para de crecer promoviendo la subsunción efectiva, sino que se hace asimismo incompatible con la cultura política del régimen. Guste que no, el tiempo de la subsunción ha llegado. Antes se asuma, antes ganaremos.

dijous, de setembre 11, 2014

[ es ] No es país para mitos


Nadie, absolutamente nadie en 1714 tenía ninguna necesidad de decirse catalán (tampoc espanyol, no sigueu malpensats), ni de considerar la identificación con el territorio conocido como Catalunya base para la constitución de una subjetividad política (de elaborar proposiciones como "Catalunya és una nació" o, antagónicamente, "Espanya ens roba" ...y no Millet, Pujol, etc.). Las críticas constructivistas, desde Benedict Anderson en adelante, resolvieron bien la cuestión de la formación de la identidad nacional, descartando las tesis primordialistas por absurdas y etnicistas.

Sin embargo, no es menos cierto que en 1812, con las Cortes de Cádiz, la formación de un Estado nacional activaría la conjunción biopolítica de dos procesos hasta entonces desunidos: la construcción de la moderna institucionalidad estatal y la producción de la identidad nacional. Desde su propio momento fundacional, el Estado nacional emprendió una tarea fundamental: desplegar las condiciones institucionales para que pudiese progresar el capitalismo (métricas unificadoras, sistemas impositivos, mercado único, etc.).

De resultas de esto, el significante "España" pasó a articular una identidad colectiva asimilacionista en lo cultural (a diferencia, por ejemplo de Suiza) y, por consiguiente, activadora de respuestas en sentido opuesto. La Renaixença catalana, al igual que o Rexurdimento gallego, vinieron a responder así a los efectos de la instauración del moderno Estado nacional, con sus sistemas de instrucción pública, servicio militar obligatorio y demás instituciones del que Foucault identificaría como "grand renfermement".

En el plano político, las respuestas decimonónicas como el foralismo vasco, el federalismo (histórico) catalán o el provincialismo gallego, se fundaron en la articulación de narrativas inicialmente reactivas. En consecuencia, dejaron las matrices identitarias en manos de la ambivalencia de sus declinaciones posibles: progresistas en unas ocasiones, conservadoras en otras e incluso puramente reaccionarias en algún caso; pero siempre respuesta a los avatares del Estado nacional.

En efecto, de haber sido el Estado nacional al que se dio en llamar "España" una maquinaria capaz de una modernización suficiente (esa escuela pública, ese ejército republicano, ese sistema de salud...), no nos encontraríamos hoy con los problemas de identidad colectiva. Basta con pensar el contraste de dos demostraciones nacionalistas a uno y otro lado de los Pirineos: allá, un estadio de fútbol repleto de ciudadanxs de una república cantando la Marsellesa a pleno pulmón; acá, el espectáculo esperpéntico de un cuerpo social desgarrado y anómico, gritando hasta lo patológico, cual habitante de frenopático "yo soy español, español, español"... como si de repetirse tanto fuese al fin a ser verdad.


Aquí es donde nos situamos en el presente, pero aquí es también donde puede empezar a repensarse el futuro. Quienes creen que se pueden librar de España desde 1714 están condenados a volver a pasar por 1812 (la historia, por serlo, tiene justamente esa condición de efectuación irrepetible). Quienes creen que pueden mentir sobre el significante España como dechado de virtudes y modernidad no se equivocan menos. Solo desde una óptica de ruptura constituyente es posible desbordar y dejar atrás ambos marcos de interpretación, inútiles por igual a efectos de una política de la emancipación. 

Y es que ya va siendo hora de poner a la nación en su lugar dentro del discurso político; a saber: en el lugar de la igual dignidad de nacimiento, en ese momento en que el Estado nacional todavía no ha logrado ser conjunción de Estado y nación, en que el cuerpo social es escisión popular con el mando; el lugar discursivo de un momento que no es pretérito imperfecto, sino futuro anterior. Solo ahí ganamos.

dilluns, d’agost 18, 2014

[ gz ] O tempo dos monstros

Artigo publicado na revista Tempos Novos


Quatro vagas de mobilizaçom democratizadora caracterizam a política do último médio século. A primeira, que desde os sesenta vinha qüestionando o mando franquista, obrigou a operar un cámbio de régime que mudou a dictadura militar por umha democracia liberal homologável às da Europa occidental. Esta operaçom de engenheria política, conhecida como Transición española, serviu para actualizar o mando capitalista ao tempo que continha o desafio crecente de umha multitude de subjectividades antagonistas às que, polo geral, identificamos como “(novos) movimientos sociais”
 

dimecres, de juliol 30, 2014

[ es ] Qué no es movimiento


Apuro esta rápida (y siempre incompleta) nota para estos tiempos en que se habla mucho y se reflexiona más bien poco acerca de los mal llamados "movimientos sociales".

Cuando hablámos de movimiento o de política de movimiento tengo la sensación de que la gente confunde muchas cosas. De entre ellas, algunas destacan de manera flagrante en los últimos tiempos, por lo que aquí van algunos dardos, a ver si dan en la diana: 

dissabte, de juliol 26, 2014

[ es ] Nota sobre el modelo organizativo de Podemos


Al igual que ya sucedió antes con el debate sobre el equipo que ha de organizar la asamblea, una vez más estallan las redes en un debate sobre democracia que creo confunde la naturaleza de Podemos y sus condiciones de intervención política con el diseño de lo que debería ser la organización de un régimen político. Pensando como si la única arena política fuese la electoral y un único interfaz en el gobierno representativo la sola herramienta de intervención, irrumpe de nuevo la indignación en no pocos círculos y redes sociales. El truco milagroso, atajo a la solución que resuelve todos los problemas, se vuelve a desmontar una vez más (que no cunda el pánico que siempre se ha rearmado). Los agitadores claman al cielo por el ultracentralismo o por la falta de un modelo de participación democrática. Y por descontado los detractores de Podemos se ponen las botas a confundir churras con merinas.

dimecres, de juliol 23, 2014

[ es ] Cambiar la gramática política

Original del artículo enviado al Diagonal aparecido en el Nº 227, págs. 28-29 (17 de julio) 


Si los catalanes se quieren marchar, no hay nada que discutir”, así hablaba Pablo Iglesias el 19 de enero en una entrevista con Vilaweb, y añadía a continuación: “soy patriota; para mí ser patriota no tiene nada que ver con amenazar a catalanes o vascos, ni decir que el ejército tiene que salvaguardar la unidad de la nación. Quienes se llenan la boca con la palabra España son los mismos que tiene cuentas en Suiza y destruyen los servicios sociales”.

No hace falta ser muy perspicaz para percibir el carácter inusual de este enmarcamiento de la cuestión nacional. Y no solo por sus contenidos, sino por quien los enuncia y desde donde lo hace. No es casual. Lo que antes se decía “izquierda” ahora asiste a un terremoto sobre los significantes clave del discurso que hasta se creían patrimonio de la “derecha”: España, nación, patria, pueblo, Estado, soberanía... Esta reorganización del marco interpretativo general no habría salido de la anécdota académica de quienes lo han ideado si con ella no se hubiese alterado de forma decisiva el panorama electoral. Y es que a juzgar por los resultados de Podemos, el conjuro del aprendiz de brujo ha funcionado.

diumenge, de juliol 20, 2014

[ es ] Nota sobre encuestas y maquinarias políticas

"La intención directa de voto muestra que ERC vencería en las generales con un 15,2% de los votos, seguida de cerca por Podemos (13,45%) y CiU (10,4%). Por detrás quedarían PSC y PP (8,7% y 6,6%) ICV (5,6%) y Ciutadans (3%)". Así disfraza hoy El País los datos de una encuesta que viene a sumarse a otras anteriores en dibujar la crisis del régimen que estamos viviendo.

Dos reflexiones se me vienen a la mente cada vez que veo en las encuestas los resultados de Podemos. La primera es una precaución: no se vende la piel del oso antes de cazarlo. Una cosa son estados de opinión marcados por las encuestas (que no es poco!) y otra traducirlos en cambios políticos. La segunda reflexión no es otra que la necesidad de organizar maquinarias políticas (en plural) que lleven a cabo a un tiempo dos tareas fundamentales: por una parte asaltar las instituciones del régimen para hackear su código en una clave democratizadora; por otra, producir los contrapoderes que hagan que ese asalto no repita aberraciones como la del PSOE en 1982. 

dimecres, de juliol 16, 2014

[ es ] Nota por una teoría política lisérgica...



Cambiar intencionalmente nuestra percepción del mundo es incidir sobre las propias condiciones de subjetivación. Y poner en juego la propia subjetividad la manera de situar el conocimiento. Es por eso que una teoría política que se tome en serio cambiar el mundo. a la par que se quiera parte y expresión del poder constityente, no puede por menos que tener presente este punto de partida. Si aspiramos a escapar de los bucles a que aboca la gramática política, reapropiándonos así de nuestra propia subjetividad sin por ello hacernos víctimas del yo como dispositivo de la individualización funcional al individualismo posesivo, se impone la experimentación más allá de los límites de ese presentársenos el mundo. 

Sin partir de una premisa tal, no es posible poner en juego las variables de intersubjetivación simbióticas necesarias al antagonismo emancipador que se debe desplegar en los contextos de la totalización biopolítica que impone el espectáculo. Ante la oclusión de los dispositivos de la dominación solo cabe la apertura disruptiva del devenir nosotros que interpela al animal (zoe) en su ser en el mundo, antes incluso de que los juegos del lenguaje se hagan presentes. Solo en ese abismo se engendra la potencia y la anomalía se hace fuente de un nomos siempre más poderoso. No ya vivir para ver, sino ver, oler, palpar... para vivir.

dimecres, de juliol 09, 2014

[ es ] Se necesita (urgente) tratado político de la generosidad


Vivimos meses, semanas e incluso días en los que la aceleración del tempo político nos descoloca. Hace falta cintura, pero que mucha cintura para afrontar sucesiones de alineamientos y realineamientos tan seguidas; para callar cuando escuchas cosas a quienes te encantaría devolver a algún momento pasado de su facebook (¿me pregunto si borrarán cosas que dijeron o sencillamente confían en que se queden en la noche de los tiempos y nadie acuda allí?). No hace falta menos cintura para sonreír a quien sabes que hasta hace poco te ponía verde por la espalda, a quien no para de trollearte, a quien pierde horas en resentimientos... 

dimarts, de juliol 08, 2014

[ es ] El 15M fue un acontecimiento, no un "movimiento"


Se acaban de publicar los resultados de la #Encuesta15M2014 que señalan, con rotunda claridad, que cuatro de cada cinco encuestadxs creen "que el 15M se ha transformado en nuevos acontecimientos, acciones, proyectos o procesos". Este dato viene a poner de relieve un asunto que ha afectado mucho a la caracterización del 15M a todos los niveles (mediático, académico, político, etc.). No por nada, el 15M ha apareció, desapareció, reapareció, volvió a desaparecer..., y al final siempre ha estado ahí, como un punto de referencia, una escisión siempre proliferante, una potencia irreductible a cualquiera de sus efectuaciones concretas, una mutación en el ADN de la política de movimiento que todavía sigue ahí.

divendres, de juliol 04, 2014

[ es ] Ética y política


Existen dos maneras de abordar este problema: la primera, moral, consiste en creer que es posible distinguir entre "partido bueno" y "partido malo" (como si hubiese seres humanos que, bajo iguales condiciones de poder, fuesen de mejor natural que otros a los efectos del control democrático); la segunda, política, consiste en analizar las condiciones institucionales bajo las que se produce esta corrupción (el diseño institucional, la forma-Partido, etc) e intervenir cortando el problema de raíz.

Cuando pienso en Guanyem Barcelona (hablo a título personal, aunque creo que lxs compas lo compartirían), entiendo que esto segundo es a lo que nos referimos cuando pensamos en esa institucionalidad otra que hay que instaurar. Sin el protagonismo de la gente, esto siempre acabará sucediendo: la presunción de la superioridad ética de algunos (incluso cuando se comportan éticamente mejor) nunca ha sido ni podrá ser un fundamento normativo válido para una democracia; toda vez que limitaría la política a quienes disponen de una "areté politiké" o habilidad especial para las cosas de la polis ("aristócratas" en el sentido aristotélico).

La dictadura de la virtud, el tutelaje, la vanguardia, la confesionalidad y otras formas de consideración moral de la política, de hecho, han sido históricamente funestas y de resultados por lo general contrarios a lo esperado. El perfeccionismo moral, al fin y al cabo, es una carrera que no conoce final, toda vez que la propia moral va cambiando en función de las decisiones y, por consiguiente, nunca alcanza su objetivo.

En el tumulto de la multitud, en las pasiones democráticas, sin embargo, se radica la posiblidad de rendir políticamente productiva la propia condición humana en toda la amplitud de sus pasiones (generosa y egoista, valiente y cobarde, honesta y mentirosa, etc). Esto lo sabía bien el Maquiavelo de los Discorsi, tan atento a lo que fueron las bases materiales de la república romana. Sepamos leer, pues, estas noticias como lo que son: la exigencia de un cambio de institucionalidad que haga posible el rendimiento de cuentas y penalice la corrupción.

dimarts, de juliol 01, 2014

[ es ] Ganarse el derecho a la ciudad


Con la presentación de Guayem en Barcelona y Municipalia en Madrid entramos de lleno en el escenario abierto por las elecciones europeas. El cambio de guión provocado por la caída del bipartidismo, el bloqueo de sus vasos comunicantes (IU-UPyD), la irrupción de Podemos y el incremento de las demás pequeñas candidaturas, así como del voto en blanco y nulo en un contexto de elevada abstención, entre otros factores, ha inaugurado una fase en la que articular el desbordamiento democrático del 15M se ha convertido en una prioridad para la ciudadanía que se ha venido movilizando desde entonces con grandes esfuerzos, pero magros resultados. No puede ser esta articulación sino invención de una institucionalidad otra que ofrezca respuesta a las demandas democratizadoras de aquel mayo de 2011.

dilluns, de juny 30, 2014

[ gz ] Por unha esquerda que deixe de selo

Artigo publicado na revista Luzes, Xuño 2014, Número #07



O inesperado éxito de Podemos nas europeas desencadeou un importante debate arredor da súa propia natureza e da medida en que esta cuestiona a política tal e como a coñecemos. Saber que acontece na esquerda, ou que esquerda precisamos, pasa por responder á ecuación que vén de formular Podemos. Acontece, porén, que Podemos non é máis que o «X» da ecuación; a punta do iceberg co que vén de colisionar o réxime. Por iso, en rigor, mellor fariamos en preguntármonos polas condicións de posibilidade que fixeron posíbel a ecuación. 

Pénsese, por exemplo, que se Podemos foi quen de conseguir 5 escanos, o bipartidismo do PP e do PSOE perdeu 17. E mesmo se non fose moi atinado considerar unha correlación directa entre (1) a baixada do bipartidismo por baixo do 50% e (2) os escraches feitos pola PAH durante a campaña, o que si parece fóra de toda dúbida é que estas accións tiveron un efecto paralizante que se viu engadir aos deméritos propios polos casos de corrupción, xestión neoliberal da crise, etc.

A abstención apenas mudou a respecto das anteriores agás en Catalunya, onde paradoxalmente Podemos obtivo peores resultados. Non é casual, vai de seu, que o Procés ten moito que ver. E que á vista está que a emerxencia dun proceso como Podemos conseguiu o seu primeiro e máis elemental obxectivo: alterar a disposición das fichas no taboleiro político. [...]

[ es ] En Guanyem, la forma-Partido: ni contigo, ni sin ti...



A raíz de la presentación de Guanyem Barcelona, no son pocxs lxs que se plantean el riesgo --cuando no consideran directamente como un imposible-- de transformar la política de los partidos de cara a una mayor democratización del régimen. De esta suerte, como gustan de decir los ingleses, quienes así piensan tiran el niño con el agua sucia por la ventana.

dissabte, de juny 28, 2014

[ es ] Confluencia y subsunción

 « Guanyem Barcelona no depende de que una formación política concreta diga sí o no. Quiere ser un proceso mucho más amplio. Primero interpela a una mayoría social no organizada, a una ciudadanía que no está ni en espacios movimentistas ni en políticos. Después de eso, quiere contar con los barrios ya organizados, con los movimientos y también con las fuerzas políticas, que son varias, ICV, EUiA, las CUP, Podemos, Procés Constituent e incluso se ha hablado con personas del entorno de Esquerra porque en teoría, por sus principios, no deberían descartar entrar en esta confluencia, aunque sabemos que ahora mismo están mucho más cercanos a CiU. Pero nosotros no descartamos a nadie excepto a los partidos del régimen. »
No cabe duda, Guanyem es el reto político más difícil y de mayor potencial democratizador que he visto en mi vida: lograr articular una modalidad de agencia que integre notables, partidos y movimientos, sobre la base de un consenso de ruptura antagonista con el régimen. ¡Ahí es nada!

dimarts, de juny 17, 2014

[ es/ de ] La solución

Tal día como hoy, un 17 de junio, pero en 1953...


La solución

Tras el levantamento del 17 de junio
mandó repartir el secretario de los escritores
unos folletos en la avenida de Stalin
en los que se leía que el pueblo
había perdido la confianza del gobierno
y sólo haciendo el doble de trabajo
podría recuperarla ¿No sería
más facil que el gobierno
disolviese al pueblo y
eligiera a otro distinto? 


Bertold Brecht 




 

Die Lösung

Nach dem Aufstand des 17. Juni
Ließ der Sekretär des Schriftstellerverbands
In der Stalinallee Flugblätter verteilen
Auf denen zu lesen war, daß das Volk
Das Vertrauen der Regierung verscherzt habe
Und es nur durch verdoppelte Arbeit
zurückerobern könne. Wäre es da
Nicht doch einfacher, die Regierung
Löste das Volk auf und
Wählte ein anderes?

dilluns, de juny 16, 2014

[ cat ] Pensar, debatre i decidir lliurement i democràtica

Carta oberta a les i els companys activistes, militants o com es vulgui definir cadascú arran del que es presentarà el #26J

Estimades i estimats,

Aquests dies ens hem vist superats per les circunstàncies. Malauradament la deontologia periodística viu un conegut mínimum històric i les coses no han anat com ens hauria agradat. El soroll de l'eixam és ara inevitable i va en augment, però estem segurs que la honestedat i la transparència aviat disiparan dubtes i afavoriran la deliberació col·lectiva de tothom, poc importa si a favor o en contra de l'objecte de debat.

divendres, de juny 13, 2014

[ es ] Notas del facebook al hilo del debate sobre Podemos


Como ya me han pedido varias veces que reúna mis arroutadas del facebook a modo de post en este blog para mayor accesibilidad, aquí quedan algunas tal y como fueron escritas en un vulgar copiar y pegar. Apenas he añadido algunos títulos para diferenciar cada post singular.

Dos precauciones al respecto, no obstante: la primera, esto no son más que notas, borradores tecleados sobre la marcha (que nadie sea tan tonto como para buscarles una intencionalidad de la que carecen); la segunda, acaso su interés radique, más que nada en el gesto que son, en la sacudida mental que pretenden provocar. Va de suyo que como uno jamás ha escritor para la posteridad, confío al menos que sean de utilidad como una anterioridad cualquiera.

[ cat ] Bases de la república catalana